La vivienda ha sido y continúa siendo un espacio creado por el hombre como respuesta a la más importante de las necesidades humanas: cobijo, alojamiento o protección del entorno natural. Sin la vivienda el hombre seria un ser disperso, sin un entorno predestinado, sin un eje que siempre se puede tener como centro, sin un cosmos privando y personal en el cual pueda convivir y expresarse en familia y por esto no solo como un refugio sino también como una manifestación o reflejo de un valor esencial del hogar.
Las características concretas de una casa dependen del clima, del terreno, de los materiales disponibles, de las técnicas constructivas y de numerosos factores simbólicos como la clase social o los recursos económicos de sus propietarios.
Las viviendas en la actual pueden disponer de áreas no indispensables y se pueden convertir en un lujo, así se puede mencionar un taller, habitación de huéspedes y otros servicios no necesarios para el convivir diario. Hoy en día las construcciones son de diversa índoles en cuanto se refiere a la utilización de materiales, los mismos que van desde la utilización de la misma tierra hasta la utilización de hierro y cemento, todo depende de la zona y de las condiciones de vida de cada ser humano y por supuesto de los ingresos familiares.
Las comodidades de la misma manera van acompañado de las necesidades, ubicación y de las disponibilidades económicas, así se puede hablar de: calefacción, aire acondicionado, internet, tv cable y otros servicios que la ciencia ha puesto a disposición del hombre.
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